jueves, 20 de octubre de 2011

Lucía

El año pasado, mi primer Halloween fue fantástico, sólo que llovió y Cristofer le pegó una patada a una botella de detergente medio llena y me dio en la cabeza, haciéndome un chichón. Luego me la curaron en la casa de Alba. También su hermano se hizo otro chichón con la puerta.

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