lunes, 22 de marzo de 2010
¿Qué pasaría si se destruyera la escuela?
Sobrecogidos ante las catástrofes de Haití, primero, y luego de Chile, propusimos una actividad basada en el método de la hipótesis creativa, que aparece ya en G. Rodari: ¿qué pasaría si...? Escogimos la destrucción de la escuela como tema. Algunos se quedaron en la inmensa alegría derivada del constante retozar en el sofá frente a la TV; como mucho, movían su dedito en el teclado para chatear o en el videojuego; otros, sin embargo, llegaron más lejos. Las alumnas evidenciaron mayor dosis de realismo en sus planteamientos.
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Habría mucha felicidad para los niños y las madres y padre estarían amargaos predios y los niños estarían en su casa todo el día jugando todo el rato jugando a play station (1,2 y3) psp , wii etc.
ResponderEliminarpero la realidad es la siguiente :Pues que los niños se pondrían obesos y no tendríamos ningunos estudios no tendríamos ni para barrenderos. No habría ni arquitectos ni abogados ni médicos ( y si los hubiera no sabrían na de na).
:)
Habría felicidad para los niños, pero amargura para las madres y padres. Los niños se pondrían obesos por no moverse del sillón y jugar a la Play Station, PSP, etc. La realidad sería la siguiente: los niños no harían nada hasta los 16 años y luego trabajarían como peones y obreros, no como arquitectos y cosas así, sino que trabajarán y no cobrarán casi nada. ¡Así que no es bueno! Pero, eso sí, todo sería bastante diferente para todos. Al siguiente día veremos una luz en nuestros ojos y nos despertará nuestra madre diciendo: "Ha sido un sueño, volverás a la escuela".
ResponderEliminar(María López)
Era una mañana tranquila. De repente empezaron a caer mijillas del techo. Cayeron escombros en el pasillo y entonces salimos corriendo. Faltábamos nosotros que estábamos atrancados. Vinieron los bomberos y nos pusieron en la ventana como un tobogán. Nos tiramos uno a uno.
ResponderEliminarCuando se destruyó el colegio estábamos felices. Algunos estaban jugando, otros en el ordenador y otros estudiando y, lo mejor, es que no teníamos que hacer deberes.
(Beatriz Jiménez)