- Criocirugía: congelación del tejido. Generalmente se usa nitrógeno líquido o dióxido de carbono sólido.
- Medicaciones tópicas.
- Electrodesecación, poco recomendable porque siendo una enfermedad benigna, tiene mucho riesgo de generar cicatrices poco estéticas.
- Extirpación quirúrgica, actualmente en desuso por el riesgo de diseminación viral y alto índice de recidibas. No es tan efectiva.
- Láser, aunque se corre el riesgo de volatilización de las partículas virales y contagio de las vías respiratorias.
lunes, 19 de abril de 2010
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