Bajo una lluvia amenazante el día 3 de noviembre nos dirigimos a Granada para visitar en el Museo José Guerrero una exposición sobre las "cabañas para pensar". Allí nos explicaron la importancia del aislamiento y el silencio para reflexionar con tranquilidad.
A continuación, desde Plaza Nueva y la Carrera del Darro, ascendimos hasta el Mirador de San Nicolás, desde donde contemplamos la Alhambra y bailamos al son de las guitarras que rumbeaban sin temor a los nublos. Mientras nos aproximábamos al Palacio de Dar-al-Horra, perteneciente en su día a Aixa, la madre del último rey de Granada, Boabdil, nos sorprendió una granizada (no precisamente de limón) con agua y viento a granel. Llegamos empapadicos al palacio, posteriormente convertido en convento por los Reyes Católicos.
El descenso también estuvo pasado por agua. Auténtico ríos bajaban por las callejuelas estrechas y empedradas y nosotros sin piraguas ni remos, ni siquiera patitos flotadores. Con los pies encharcados observamos cómo nos miraban sonrientes desde las puertas de las teterías.
Al fin alcanzamos el Corral del Carbón, antigua alhóndiga-fonda árabe, donde actualmente se celebran recitales flamencos y representaciones de obras de teatro durante los veranos.
En resumen, interesante paseo por el Albaicín con el Legado Andalusí, pero faltaron las canoas.
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